Nutrición Espiritual de la Niñez.

Espiritualidad de la niñez: Los niños y niñas pequeños piensan profundamente en Dios y al igual que quieren saber obre sus padres y cómodo hacen las cosas, ellos también quieren saber más acerca de

Dios. Sus preguntas provienen de sus experiencias, por ejemplo ¿en dónde duerme Dios? ¿le •gustan los vegetales a Dios? ¿va Dios al baño? Una vez que el niño o niña se ha formado la imagen de Dios, la cual se forma muy temprano en su vida, esta no puede dejar dejar de existir.

No le damos a las niñas y niños una comprensión primaria de Dios a través de instrucciones formales religiosas. Incluso los niños y niñas pequeños vienen a la iglesia con su propio Dios, nuestra enseñanza es secundaria a la primera imagen que ellos se formaron. En la educación formal, a los niños y a las niñas se les presenta nuevas ideas acerca de Dios y deben conciliar la imagen de Dios que ellos tienen con la que el maestro les da. Al educar a los niños y las niñas, en el hogar y en la iglesia, nosotros no les damos nuestra comprensión de Dios, sino que, los guiamos para que ellos se formen a su Dios a la luz de lo que ellos aprenden con nosotros y en sus experiencias cotidianas en constante crecimiento.

La primera imagen de Dios que el niño o niña se formó en sus primeros años tiende a trabajar en su subconsciente. Si esta imagen primaria no se redefine, puede causar que una persona tenga a un Dios en su mente y a otro en lo profundo de su corazón.

La imagen de Dios que tienen los niños y niñas no se debe ignorar incluso los niños y niñas pequeños experimentan un deseo inquietante de conocer a Dios que los lleva a querer conocerle. La construcción de su imagen de Dios es la respuesta a la fuerza de atracción hacia Él, el inicio de su conocimiento.  A menudo los niños y niñas entienden más sobre Dios de lo que las palabras y la lógica que pueden expresar.